“El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. La detección temprana sigue siendo el principal método para mejorar el pronóstico y la supervivencia de quienes lo padecen”. OMS

En el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama, te invitamos a conocer un contenido para entender mejor esta enfermedad y que te unas a esta lucha.

  • Prevención y detección temprana

    Hábitos saludables como una alimentación saludable, actividad física regular, consumo de alcohol regulado, control de peso y un buen sueño pueden reducir a largo plazo el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

    Signos y síntomas de alarma:

    ● Presencia de masas o bultos en los senos o en las axilas.
    ● Endurecimiento o hinchazón de una parte de las mamas.
    ● Enrojecimiento o descamación en el pezón o las mamas.
    ● Hundimiento del pezón o cambios en su posición.
    ● Salida de secreción por el pezón, en periodos diferentes a la lactancia.
    ● Cualquier cambio en el tamaño o forma de las mamas.
    ● Dolor en cualquier parte de las mamas o axilas.
    ● Inflamación debajo de la axila o alrededor de la clavícula.


    Si se identifica alguno de estos signos, debemos consultar al médico.



    Ya sabemos que la principal forma de detectar a tiempo está en manos de cada una con el autoexamen, así que en este video te mostramos cómo hacerlo.





    El Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, indica que las tecnologías para la detección temprana de este cáncer incluidas en el POS son:


    ● Examen clínico de mama: se recomienda que las mujeres mayores de 20 años se realicen un examen clínico de la mama por lo menos cada tres años y que a partir de los 40 años, aumente la frecuencia del examen una vez al año. Este examen debe ser realizado por un profesional de la salud entrenado.


    ● Mamografía: se debe realizar cada dos años a toda mujer entre 50 y 69 años de edad. En 2011 se actualizó el POS y se introdujeron nuevas pruebas y procedimientos para el diagnóstico y tratamiento integral incluyendo la rehabilitación, el cuidado paliativo y los servicios de apoyo social del cáncer de mama.



    Mitos sobre el cáncer de mama



    Si se está en riesgo de desarrollar la enfermedad, no hay mucho que hacer más que estar atenta a los síntomas: existen algunos factores de riesgo de cáncer de mama frente a los cuales no tienes ningún control, como la edad o los antecedentes familiares. Pero hay hábitos de vida saludable que puedes adoptar y que reducen considerablemente tus probabilidades de desarrollarlo, como dormir más, comer bien, practicar ejercicio con regularidad y mantener un peso saludable.


    La mayoría de los bultos mamarios son cancerosos: si bien es importante que consultes con un médico lo antes posible si encuentras algo inusual en alguno de tus senos, la mayoría de los bultos mamarios no son cancerosos.


    Los bultos son el único síntoma del cáncer de mama: la irritación o formación de hoyuelos en la piel, el dolor o retracción de los pezones, la piel de naranja, secreción inusual de los pezones, la inflamación axilar o cualquier cambio en el tamaño, contorno, textura o temperatura del seno también pueden ser señal de advertencia.





    Usar desodorante aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama: no existen pruebas concluyentes que vinculen el uso de antitranspirantes o desodorantes al desarrollo de cáncer de mama.


    Los implantes mamarios pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer: no existe evidencia científica que demuestre que los implantes mamarios salinos o de siliconas aumentan el riesgo de que una mujer desarrolle cáncer.


    Aprendizajes de empleadas sobrevivientes



    Acompañando a un ser querido


    Ante la falta de experiencia en el acompañamiento de enfermedades como el cáncer, muchos seres queridos e incluso compañeros de trabajo pueden querer ayudar, pero no están seguros de cómo apoyar a esa persona que está pasando por esta situación.

    A continuación recopilamos algunas recomendaciones de la American Cancer Society:
    A la persona con cáncer que conoces, puede resultarle difícil pedir ayuda o puede parecerle vulnerable. Decirle a alguien "eres muy valiente", o "eres muy fuerte" puede poner demasiada presión sobre ellos para mostrarse fuertes o valientes cuando no tienen la energía para serlo. Las familias pueden ejercer presión no intencionada a los pacientes de cáncer cuando esperan o necesitan que sean fuertes todo el tiempo.

    La clave es la comunicación. Continúa interactuando como solías hacerlo con esta persona y en lo posible y hablen sobre cómo la persona está sobrellevando la situación y lo que necesita. Pero no sientas que siempre tienen que hablar sobre la enfermedad. Inclúyele en actividades y eventos sociales. Si no tiene ánimos para algo, permítele declinar la invitación, sin juzgar.

    Pregúntale qué necesita y deja que él o ella te diga qué es con lo que más le puedes ayudar. Ofrece ayuda específica, en lugar de decir: "Llámame si te puedo ayudar" ofrece ayudar concreta como:

    ● Lleva y trae a la persona con cáncer a sus citas para tratamiento.
    ● Envía o prepara una comida.
    ● Ofrece ayuda con el cuidado de los niños.
    ● Ayúdale a hacer diligencias, tareas o quehaceres.
    ● Ofrece tomar sus llamadas si la persona se siente cansada o simplemente no quiere contar de manera repetitiva el avance de su estado de salud.
    ● Coordina con su aprobación visitas en grupo o el envío de alguna manifestación de apoyo.










    ¿Qué sí hacer?
    ● Presta atención a las señales que le dé la persona con cáncer. Algunas son muy reservadas, mientras que otras hablarán más abiertamente de su enfermedad. Respeta la necesidad de la persona para compartir o su necesidad de privacidad.
    ● Hazle saber que te preocupas por él o ella.
    ● Respeta su decisión de cómo se va a tratar el cáncer, aunque no estés de acuerdo.
    ● Incluye a la persona en los proyectos normales o en actividades sociales y deja que decline si es su decisión sin juzgar.
    ● Escucha sin sentir que siempre tienes que contestar. A veces, lo que la persona más necesita es alguien que escuche con empatía.
    ● Sé empático y paciente: la persona con cáncer tendrá días buenos y malos, emocional y físicamente.
    ● Ofrece ayuda en forma específica y concreta como indicamos anteriormente.


    ¿Qué no hacer?
    ● Ofrecer opiniones o consejos no solicitados.
    ● Sentir que tienes que aguantar cambios de humor o muestras violentas de enojo.
    ● Tomar las cosas demasiado personales. Es normal que la persona con cáncer esté más callada de lo normal, que necesite tiempo para estar solo, y que a veces manifieste enojo.
    ● Tener miedo de hablar de la enfermedad.
    ● Sentir que siempre tienes que hablar de cáncer. Tal vez tu ser querido disfrute conversaciones que no tengan que ver con su enfermedad.
    ● Tener miedo de abrazar o tocar a esa persona, si dicho contacto era parte habitual antes de la enfermedad.
    ● Decir a la persona con cáncer "puedo imaginar cómo te sientes", porque en realidad esto no es posible.
    Fuente: www.cancer.org